El tiempo me enseño que con los años
se aprende menos de lo que se ignora
el tiempo que es un viejo traicionero
te enseña cuando ya llego la hora.
El tiempo me enseño como se pudo
en la universidad arrabalera
con la verdad prendida en una esquina
igual que un farolito en la vereda.
El tiempo me enseño que los amigos se cuentan con los dedos de una mano
por eso debe ser que no los cuento
para pensar que tengo mil hermanos.
El tiempo me enseño que los traidores
se sientan en la mesa a tu costado
y el hombre que te da la puñalada
comparte el pan con esas mismas manos.
Porque no tengo nada que me sobre
por eso es que yo digo que soy rico
porque prefiero ser un tipo pobre
a ser alguna vez un pobre tipo.
El tiempo me enseño que las banderas
son palos con jirones que flamean
y el mapa es un papel que se reparten
los Reyes mientras los hombres pelean.
El tiempo me enseño que la miseria
es culpa de los hombres miserables
que la justicia tarde nunca llega
pero es la pesadilla del culpable.
El tiempo me enseño que la memoria
no es menos poderosa que el olvido
es solo que el poder de la victoria
se encarga de olvidar a los vencidos.
El tiempo me enseño que los valientes escribirán la historia con su sangre
pero la historia escrita de los libros
se escribe con la pluma del cobarde.
El tiempo me enseño que desconfiara
de lo que el tiempo mismo me ha enseñado
por eso a veces tengo la esperanza
que el tiempo pueda estar equivocado.
LETRA: Tabaré Cardozo